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La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el riesgo que existe de morir en un avión es de 1 en 3.000.000, mientras que el riesgo estimado de morir por un error médico prevenible, si se recibe atención médica, es de 1 en 300. Las demandas por responsabilidad médica son una situación actual, compleja y costosa que concierne a los profesionales e instituciones de salud, a los pacientes y a sus allegados, a los legisladores, las autoridades judiciales y los administradores de recursos.
Teniendo en cuenta que la relación médico-paciente era personalizada inicialmente al ser realizada al interior del consultorio médico particular y que actualmente ha sido transformada en una relación despersonalizada, fruto de la práctica médica al interior de grandes engranajes organizacionales, hoy en día es más común encontrar pacientes que pierden la vida o se encuentran ante complicaciones no justificables por una negligencia que no es atribuible al personal médico, sino a la estructura hospitalaria y al Sistema de Salud colombiano como tal. La complejidad de las nuevas tecnologías comporta a su vez un aumento del riesgo, lo que ha generado una mayor dificultad en la determinación de las causas de los daños. Por lo anterior, es posible encontrar pacientes víctimas de la impericia médica, otros de la ineficiencia de la estructura del Sistema de Salud, y otros simplemente de la fatalidad.
Actualmente en Colombia lo común es la colectivización del ejercicio de la Medicina y la pluriparticipación médica por el auge de las especializaciones que obliga a que diversos profesionales competentes, en áreas muy concretas, se agrupen en torno a un paciente que necesita de la atención de todos ellos, por lo que encontramos varios médicos no solo a nivel de la toma de decisiones sino también a nivel de la ejecución material del acto médico. Esta Medicina socializada que se desarrolla en los grandes centros hospitalarios, ya no en el consultorio particular, ha llevado a que la relación médico-paciente haya sido llevada a su mínima expresión en muchos casos. De este modo, el paciente al convertirse en víctima se halla frente a un universo totalmente desconocido para él, siendo múltiples las problemáticas que debe afrontar en su deseo de obtener una indemnización por los daños que le han sido ocasionados.
La valoración del daño corporal es aquella función pericial médica encaminada a estimar el daño corporal que presenta una persona con el objetivo de que sea reparada o que pueda beneficiarse de una prestación económica; también hace referencia al conjunto de conocimientos y actuaciones médico-legales necesarias para asesorar a jueces y abogados cuando se plantean problemas médicos relacionados con las alteraciones presentadas por esa persona, así como las actuaciones para la creación y desarrollo de normas legales que sirvan de base para la compensación requerida. La valoración del daño corporal es una actividad médica que viene de la rama de la Medicina Legal y busca evaluar, clasificar e informar de lesiones, secuelas, perjuicios, dolores, molestias o incapacidades que pueden causar daño a una persona tras sufrir algún accidente, negligencia médica, agresión o enfermedades en general, entre otros.
El costo humano es el elemento central de la valoración del daño corporal y el mayor inductor de demandas por presunta responsabilidad médica. Aspectos como el daño a la salud, a la integridad corporal, la afectación que la persona lesionada debe afrontar y sus consecuencias tales como el dolor, los daños morales y a la vida de relación, la incapacidad para el desarrollo de tareas laborales, ocupacionales y de la vida cotidiana, además de la sumisión a extensos tratamientos médicos, quirúrgicos y de rehabilitación son algunos de los componentes a los que hace referencia este elemento fundamental y que manejamos en Peritos Médicos Consultores haciendo una sinergia novedosa en el mercado con los abogados y los demás actores que participan en este tipo de litigios.
Según la Ley 23 de 1981, en Colombia los médicos son considerados auxiliares de la justicia, lo que implica que existe una responsabilidad profesional de acudir ante la autoridad competente que los solicite y que es ineludible, por lo que se debería garantizar su capacitación como peritos y que esta capacitación estuviese incluida en el programa académico de cada una de las facultades de Medicina del país de manera obligatoria. Desafortunadamente esto no se cumple, por lo que en Peritos Médicos Consultores ofrecemos asesorías y capacitaciones médico-jurídicas para los profesionales de la salud que sean demandados, citados a una audiencia, o los que deseen fungir como peritos en un caso determinado, dándole solución a esta problemática para que los jueces cuenten con todos los beneficios que ofrece un dictamen pericial como medio de prueba en los casos de demandas por presunta responsabilidad médica en las diferentes jurisdicciones.
Por otra parte, no siempre el paciente tiene la razón con respecto al origen de los daños que presenta por su desconocimiento técnico en las diferentes áreas de la Medicina y la ausencia de nexo de causalidad con el actuar de un médico en particular o de una institución de salud como tal, elementos de la responsabilidad que deben ser probados de una manera adecuada dentro del proceso, por lo que la asesoría que ofrecemos en Peritos Médicos Consultores busca dar información imparcial y a la luz de las lex artis que permita una defensa apropiada para los profesionales de la salud, debido a que con este tipo de demandas se puede perjudicar enormemente su reputación no sólo como profesionales idóneos sino como seres humanos en una sociedad que maneja la información en redes sociales muchas veces sin ser verificada de una manera apropiada y a una velocidad alarmante.
Debido al costo médico asistencial desbordado, las indemnizaciones, el colapso de juzgados y tribunales, además de la elevación de los costos en general en el Sistema de Seguridad Social Integral, en Colombia se promulgaron las leyes 906 de 2004, 1149 de 2007 y 1395 de 2010, con las que se ordenó la oralidad en la prueba pericial como medida de descongestión judicial en materia penal, laboral y civil respectivamente, lo que implica la realización del interrogatorio y contrainterrogatorio del perito médico bajo juramento en una audiencia por parte del juez y los abogados de las partes, teniendo en cuenta su idoneidad, área de experticia y los fundamentos que utilizó para emitir las conclusiones de su dictamen pericial.
Este es un punto crítico actualmente, porque los médicos que no son especialistas en valoración del daño corporal o en áreas afines no están entrenados para comparecer a este tipo de audiencias, lo que dificulta el trabajo de abogados y jueces a la hora de utilizar un dictamen médico pericial como medio de prueba debido a que si el perito no asiste a la audiencia, su dictamen no tendrá validez. El aporte de los conocimientos del perito en las actuaciones médico-legales es fundamental para asesorar al juez mediante el suministro de datos con la mayor exactitud posible acerca de todos los factores que influyeron en el daño producido en el paciente y su nexo de causalidad. Los peritos médicos deben poseer competencias en su expresión oral muy manifiestas para poder transmitir la información de su área de experticia de una manera adecuada en una audiencia, ya que estas habilidades comunicativas son vitales a la hora de ser interrogados. Contar con un equipo de peritos médicos expertos especialistas en valoración del daño corporal puede ser determinante para su caso.
Otra dificultad que se presenta actualmente es que los abogados muchas veces no conocen los diagnósticos específicos que tratan las diferentes especialidades médicas porque este tema no hace parte de su formación académica, e incluso en ocasiones no pueden precisar con exactitud cual sería el perfil del médico que necesitan como perito para un determinado caso, lo que se traduce en la designación errónea de un profesional con una especialidad diferente al que tiene los conocimientos específicos que son cruciales para que se realice un dictamen pericial adecuado y que sus respuestas en la audiencia realmente aporten para la toma de decisiones por parte del juez. Contar con una asesoría por parte de nuestro grupo de expertos disminuye el margen de error en la designación del profesional idóneo para la realización de un dictamen pericial médico, además permite sacarle el máximo provecho a este valioso medio de prueba.
Por todo lo anterior, para cualquier abogado litigante que maneje casos de demandas por responsabilidad médica es imperioso contar con peritos médicos idóneos e imparciales para la valoración del daño corporal y que además estén familiarizados con la práctica médico-legal por el gran impacto que tiene este tipo de peritación, y es aquí donde nace la razón de ser de Peritos Médicos Consultores.
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